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Simpatizantes del homicidio

  • Agustín Mónaco
  • 20 abr 2017
  • 2 Min. de lectura

El fútbol argentino vuelve a estar de luto. Otra vez, muchas sonrisas se transformaron en llantos incontenibles al finalizar un partido. Emanuel Balbo se convirtió en la victima número 318 que recibe una agresión letal en una tribuna. Fue linchado y arrojado desde una de la gradas del estadio Mario Alberto Kempes por otros fanáticos de Belgrano, luego de ser acusado falsamente de ser hincha de Talleres. Luego de un día, el joven de 22 años fallecería a causa de una muerte cerebral provocada por los golpes y el impacto de su cabeza contra el cemento luego de la caída. Además, se filtró un vídeo de cómo un chico le robaba las zapatillas cuando estaba moribundo en el suelo. Esto es algo verdaderamente lamentable, no solamente por la muerte de Balbo sino también por las actitudes violentas de los otros simpatizantes y del chico que le robó el calzado en medio de su agonía.


“Sapito empezó a gritar que Emanuel era de Talleres y se sumaron otros a pegarle", explicaba Lucas Ortega, el amigo que acompañó a Emanuel a la cancha, a los medios. Oscar Gómez (Sapito) es la peor tragedia que le ocurrió a los Balbo; en 2012 mató al hermano menor de Emanuel,-Agustín- cuando corría una picada. El homicida fue expulsado del barrio junto a su familia, y eso generó una espina que se sacaría el sábado pasado en el clásico cordobés.


Ya hay siete detenciones, con Oscar Gómez incluido, están acusados de homicidio agravado y “hurto calamitoso” (El chico que robó las zapatillas). Por otro lado, Belgrano decidió expulsar de por vida a los agresores, y el mismo club recibió la sanción de no poder jugar de local ni tampoco con la presencia de su hinchas.


Estos casos en gran parte se produce por un problema de como piensan algunos sobre los valores de las hinchadas del fútbol en nuestro país, donde las personas crecen con la mentalidad de que el equipo rival es un enemigo de muerte. Anteriormente se dieron varios casos donde hubo fanáticos infiltrados que luego fueron agredidos, como en el superclásico del 2013 cuando unos fanáticos de Boca estaban de encubierto en el Monumental y uno termino herido de gravedad luego de recibir una golpiza; en uno de los duelos entre “Xeneizes” y “Millonarios” también pasó lo mismo pero los oficiales lograron salvar al "Intruso".


Mientras en las tribunas del fútbol argentino se matan entre ellos, en el europeo a veces los hinchas rivales conviven en una misma grada. Es por eso que acá algunas personas son consideradas como Simpatizantes del homicidio.



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Agustín Mónaco 
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